El manejo responsable involucra varios
conceptos:
-
Las condiciones de la motocicleta;
-
El equipo de seguridad del conductor;
-
El respeto al reglamento de transito y
-
El respeto a los conductores de automóviles y a
los peatones.
Motocicleta.- Es indispensable que
antes de
realizar un viaje la motocicleta se encuentre en
óptimas condiciones mecánicas, no es lo mismo
circular en la ciudad que andar en carretera, una
falla mecánica viajando en carretera puede crear
demasiados problemas ya que no siempre hay quién te
auxilie.
Equipo de seguridad.- El equipo de
seguridad del conductor (Chamarra y pantalones de
piel o mezclilla, chaparreras, polainas, rodilleras,
coderas, espaldera, guantes, botas, gafas y casco,
etc.) minimiza los riesgos de sufrir daño físico en
caso de ocurrir una caída o accidente, otra de las
funciones del equipo es el brindar confort al cuerpo
y el último es dar al conductor y a su acompañante
el aspecto típico de un motero.
Reglamento de transito.-
Las leyes de tránsito están más enfocadas a
regular la circulación de automóviles, y no están
acorde a las necesidades de desenvolvimiento de las
motocicletas, es por eso importante, que para
garantizar nuestra propia seguridad respetemos los
lineamientos vigentes del reglamento de tránsito.
Respeto a los conductores de automóviles y a
los peatones.- Recuerda
que “Nuestro derecho termina en donde comienza el
derecho de nuestro semejante” no violemos esos
derechos y respetemos a los demás para que seamos
respetados, así contribuiremos en crear cultura
entre nuestra sociedad, de que los “moteros” somos
gente con principios.
Todo viaje demanda una adecuada planeación, además
de las tres antes mencionadas se necesita saber, el
destino, la distancia, la ruta a seguir, las
condiciones del camino, los costes ($), las ganas y
la disponibilidad de tiempo para realizar el viaje.
Si ya tienes contemplado todo esto, entonces ya
estás preparado para realizar un recorrido seguro y
satisfactorio.
REGLAS SEGURAS DE CONDUCCIÓN
Una conducción segura se logra haciendo una
conducción de calidad, siendo prudente y aumentando
la cautela, esto puede reducir la cantidad y la
severidad de los accidentes mientras se conduce una
motocicleta, éstas y el conductor deben cumplir con
los requisitos pertinentes como son: mantenimiento
de la misma, equipo, placa, tarjeta de circulación,
licencia y sobre todo saber manejar.
Para conducir la motocicleta se debe contar con las
habilidades necesarias para tener el control
absoluto de ella para evitar choques, saber manejar
situaciones de tráfico normales y peligrosas.
Cuales son estas habilidades:
• Conocer bien tu
motocicleta;
• Saber como acelerar, frenar y dar vueltas con
seguridad;
• Ver, ser visto y comunicarse con los demás;
• Ajustarse a la velocidad y posiciones de
tráfico;
• Tomar decisiones criticas y ejecutar acciones
rápidas y
• Saber hacer alto total de manera normal y
rápidamente.
La mejor manera de llegar sano y salvo tu destino es
aplicar una conducción responsable, revisando tu
motocicleta antes de salir, llevar el equipo
adecuado, (casco, ropa, guantes, gafas, etc.)
Los mayoría de los accidentes son causados por
eventos imprevistos que ocurren algunas veces sin la
culpa de nadie o por la negligencia de alguien. Las
personas que se implican en un accidente normalmente
tienen responsabilidad en lo sucedido.
La habilidad de estar CONSIENTE, TOMAR DECISIONES
CRITICAS Y LLEVARLAS A CABO, marca la diferencia de
los conductores responsables y de los
irresponsables. Que es mejor, evitar ser la causa de
o ser causa de , debido a la falta de
responsabilidad.
Al conducir no puedes tener la certeza de que los
otros te han visto y te cederán el paso, trata de
ser visible para los demás, no te confíes, usa
siempre la ropa adecuada, la luz delantera encendida
y conduce en la mejor posición del carril para que
te vean. Utiliza las señales apropiadas para
comunicar tus intenciones, ya sea con las manos,
intermitentes, direccionales, luz de freno y claxon.
Conserva una distancia segura entre tú y los otros
vehículos, permite suficiente espacio entre el que
sigues y el que te sigue, tanto para rebasar y ser
rebasado y esta listo para actuar para ejecutar las
acciones correctas para evitar choques.
RODAR EN GRUPO
Rodar en compañía es más divertido que hacerlo
solo, pero también complica un poco las cosas.
Todos, desde el que va a la punta hasta el que
cierra el grupo, han de tener claro su papel.
Rodar en grupo tiene el placer de compartir con
tus amigos tu afición común. Incluso con un
desconocido que has encontrado en la carretera,
verle rodar delante de ti, que es como si te
estuvieras viendo a ti mismo desde fuera, es una
maravillosa sensación. Además, la compañía será
tu primer apoyo en caso de cualquier problema…
Pero también es una fuente de problemas. Hay
quien pierde la cabeza cuando “hay público”.
Frases como “se van a enterar” (de lo tonto que
soy, seguramente) o “si ese lo hace, yo también”
(¿estás totalmente seguro?), son pasaportes
directos al desastre. Los inexpertos. Por su
parte, traducen su inseguridad en maniobras
confusas que pueden acabar como fichas de
dominó.
En cualquier caso, el grupo exige una parte de
nuestra atención, desviándola de la moto y la
carretera. Por eso, la primera regla es que
cuando vas con más gente hay que ir más despacio
que cuando vas solo.
En nuestras salidas para comparar, motos
deportivas nos vamos despacio, todos sabemos ir
más deprisa, pero queremos divertirnos, no
jugarnos el pellejo.
En vez de “rivales”, lo que hay que ser cuando
se rueda en grupo es “compañeros”, formando un
equipo en el que cada uno tiene un papel según
su posición.
El que va delante, el líder, asume la principal
responsabilidad. La primera es la de llevar un
ritmo que esté al alcance de todos los que
pretende llevar como compañeros. Por eso, suele
ser mejor que el más rápido no vaya delante, ya
que tendería a obligar al resto a ir con la
lengua fuera. Tan importante como la velocidad
es la homogeneidad del ritmo. No puedes ir al
70% en un tramo y, de golpe, hacer al 90% la
siguiente curva, esa que tanto te gusta. Los que
van detrás se la tragarán, seguro. Lo mismo reza
con las frenadas: mejor pasarse de largo un
desvío, que tus seguidores se estampen por
detrás. Piensa que ellos confían en ti, y que
(mal hecho) tienden a no prestar tanta atención
como tú a lo que hay por delante.
Incluso el mejor seguidor no puede controlar perfectamente la carretera:
el líder le tapa en parte. Por eso sobre él
recae la responsabilidad de avisar de todo:
asfalto sucio, un camión que se incorpora. Usa
la luz de freno, los brazos o levanta
aparatosamente el cuerpo para avisar a los
demás.
Detrás del líder, los “seguidores” tienden a
relajarse y conducir de forma automática
siguiendo su piloto.
Por último, cada uno es líder del que tiene
detrás, de forma que ha de prestar toda la
atención de que te hablaba antes: conducir sin
brusquedades y avisarle de lo que no ve.
Muchas veces es mejor que cada uno vaya a su
propio ritmo, se recomienda hacer paradas
momentáneas para asegurarse de que no falta
nadie. Es mejor esperar unos segundos en cada
parada que perder horas, buscándose los unos a
los otros en decenas de kilómetros. Deja que sea
el último en llegar el que haga un signo de que
todo está bien. Quizá llegó agotado al cruce y
necesita descansar.
En cuanto a cargar gasolina, hay que hacerlo
todos juntos en cada momento. Es mejor que todos
rellenen al tiempo, (pongamos cada 150
kilómetros) que dejar pasar la ocasión… para
parar de nuevo dentro de 75 Km más.
Rodar junto a un desconocido que has encontrado
en la carretera también puede ser interesante… y
tan peligroso como una cita a ciegas. La actitud
es quedarse detrás para ver cómo va, y luego
pasarle para ver cómo reacciona. Si me la
devuelve de inmediato, es que quiere guerra.
Entonces… malo. Si por el contrario se queda a
mirar, tenemos un largo futuro por delante.
Líder: El líder ha de asumir su
papel: nada de maniobras bruscas y, en cada
cruce, recontar a todos antes de seguir: ¿han
llegado todos?
Seguidores: No hay que ir tan juntos… salvo para
las fotos. Un segundo entre motos deja algo de
margen para reaccionar ante cualquier
imprevisto.
Barredora: El último hace de
“barredora” de los posibles problemas de los
demás. Conviene que no sea el más lento, ni
mucho menos. En cada cruce o posible desvío, hay
que reagruparse. Mejor si el último tiene
experiencia, ejerce de “barredora” de problemas.
Anticipación: No te limites a
seguir al líder: vigila la carretera delante de
él para anticipar las trazadas… y los problemas.
Si él ha adelantado un coche, quizá tú no
puedas.
Ritmo para todos: No te vuelvas
loco con acelerones. Mantén un ritmo tolerable
para tus seguidores. Mejor, por eso, que no
lidere el más rápido.
Piensa en los demás: Piensa en
el que va detrás: no frenes de improvisto ni
cambies de ritmo bruscamente. Avisa de los
problemas con rápidos toques de freno o un gesto
de los brazos.
Vigila al grupo: Vigila tu
grupo con el retrovisor, pero sólo en alguna
recta. Que tu seguidor no tenga que esperar
cinco minutos hasta que te des cuenta de que
tuvo que pararse.